Lucas 5:27-32
27 Después de estas cosas salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo:
—Sígueme.
28 Él dejándolo todo se levantó y lo siguió.
29 Leví le hizo un gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.
30 Los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo:
—¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?
31 Respondiendo Jesús, les dijo:
—Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Dejándolo todo por Jesús
Entre los funcionarios romanos que había en Palestina, los más odiados por el pueblo Judío eran los publicanos, ellos eran los cobradores de impuestos del imperio romano.
Además de cobrar impuestos, los publicanos eran usados por los romanos como un medio de oprimir a las regiones conquistadas y cometían extorsiones para enriquecerse a expensas del pueblo.
Un judío que aceptaba el cargo de publicano era considerado como un traidor ante la nación. Se le despreciaba como apóstata y se le clasificaba como unos de los peores grupos de la sociedad.
Era un precio que todo publicado debía pagar, ser rico y a la vez ser odiado por el pueblo en general.
Para meditar
A pesar de la comodidad en la que vivía, Mateo no dudo ni pensó dos veces en la invitación que recibió, sino que dejo atrás todo lo que tenía y siguió a Jesús con fe.
A esta clase pertenecía Leví Mateo, quien, después de los cuatro discípulos de Genesaret, fue el siguiente en ser llamado al servicio de Jesús.
Jesús, que conocía a las personas, vio en este hombre un corazón dispuesto a recibir la verdad del evangelio.
¿Te imaginas la sorpresa que sintió Mateo cuando Jesús lo invito a seguirlo?. A él un Judío que se había convertido en publicano, un traidor de la nación despreciado por el Pueblo.
Ante las personas Mateo no tenía ningún valor, pero para Jesús era diferente, Él lo quería como uno de sus discípulos más cercanos.
Y le dijo:
—Sígueme.
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Siguiendo a Jesús
Que fe tan grande tenía Mateo en Jesús, no vaciló ni dudó por un instante. No pensó en el negocio tan rentable que tenía, tampoco pensó en la pobreza en la que vivía Jesús.
A Mateo solo le interesaba estar con Jesús, poder escuchar sus palabras y unirse con él en su obra
Así mismo había ocurrido con los primeros discípulos. (Ver episodio #9 Siguiendo a Jesús)
Cuando Jesús invitó a Pedro y sus compañeros a seguirle, dejaron inmediatamente sus barcos y sus redes. Algunos de esos discípulos tenían familias que dependían de ellos para vivir, pero cuando recibieron la invitación de El Salvador, no dudaron, también lo siguieron dejándolo todo por Jesús.
Tampoco le preguntaron a Jesús: ¿Cómo viviré y sostendré mi familia?
Dejándolo todo por el Maestro
Mateo y los demás discípulos sabían por fe que trabajar para Jesús y vivir con Él sería la mejor decisión de sus vidas, y a pesar de las apariencias del Señor nunca les iba a faltar nada material.
A Mateo en su riqueza, y a Andrés y Pedro en su pobreza les llegó la misma prueba, pero todos tomaron la misma decisión.
El hecho de que Jesús invitara a Mateo a ser su discípulo generó mucha indignación entre los judíos. Que un maestro religioso eligiese a un publicano como uno de sus seguidores, era una ofensa contra las costumbres religiosas y sociales de la época.
Después de aceptar seguir a Jesús, Mateo ofreció un banquete en su casa, e invito a todos sus parientes y amigos.
Para Mateo, el ejemplo de Jesús en el banquete fue una gran lección para su vida. El publicano despreciado vino a ser uno de los evangelistas más consagrados y el escritor del primer libro del nuevo testamento. Además, en su propio ministerio Mateo siguió muy de cerca las pisadas de Jesús.
Vive tu fe
Hoy quiero invitarte a meditar en la decisión de vida que hizo mateo. Lo dejo todo por Jesús, no dudo ni lo pienso dos veces, sino que obedeció al llamado de nuestro salvador y siguió sus pasos por el resto de su vida.
El amor de Jesús por nosotros es muy grande, a Él no le importa lo que opina la gente de nosotros, a Él solo le importa nuestra salvación.
Como hizo Mateo debemos tener siempre la fe y la certeza de que vivir dejándolo todo por Jesús es la mejor decisión de todas.