Juan 6: 30-36
30 Entonces le dijeron:
¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces?
31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”
32 Y Jesús les dijo:
De cierto, de cierto os digo: Moisés no os dio el pan del cielo, pero mi Padre os da el verdadero pan del cielo,
33 porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34 Le dijeron:
Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les respondió:
Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.
36 Pero ya os he dicho que, aunque me habéis visto, no creéis.
El pan de vida
Es sorprendente lo incrédulo que puede ser el corazón del ser humano. Estos hombres habían visto a Jesús multiplicar los panes y los peces, y además habían presenciado muchos otros de sus milagros, pero aún le pedían señal del cielo. (Ver episodio #47 Cinco panes y dos peces)
Parecía que para ellos Jesús era algún tipo mago que solo vivía haciendo señales. Por supuesto que no, Jesús no es ningún tipo de hechicero, la Biblia condena rotundamente la magia y la brujería. El poder de Jesús venía directamente de Dios.
Para el pueblo Jesús era solamente un profeta de turno, así que solo esperaban de Él, que hiciese todo tipo de señales y por supuesto que si fuese el mesías los sorprendiera con cualquier cosa que ellos pidieran.
Para Meditar
El único camino de salvación y el verdadero pan de vida es Jesús. Así que solamente en Él debemos colocar todos nuestros esfuerzos para hallar la vida eterna.
El verdadero pan del cielo
Jesús quiso dejar claro que quien le dio al pueblo el maná en el desierto por cuarenta años no fue Moisés, él solo fue un profeta elegido por Dios para guiar al pueblo y sacarlos de Egipto, pero nada más. Quien dividió el mar en dos, y alimentó al pueblo en el desierto había sido el mismo Dios y no los hombres.
Todas las historias que leemos a través de la biblia son una muestra del poder de Dios. Nuestro Señor tiene el poder y la misericordia de usar a los seres humanos y llenarlos de poder para hacer su voluntad.
A diferencia de todas aquellas historias del pasado, Jesús no era una persona más. Él es de quien las escrituras habían profetizado desde la creación. Todas las profecías acerca del mesías y todos los propósitos que Dios tenía con el pueblo se cumplieron en Jesús.
El verdadero pan de vida
Esto es algo que nosotros no podemos olvidar, si Jesús hizo énfasis y repitió esta enseñanza muchas veces, es porque es importante. Jesús es el hijo de Dios. Nuestro Señor les ilustro esto diciéndoles. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Los judíos que no entendían lo que les estaba diciendo le respondieron: “Señor, danos siempre este pan”.
Estos hombres aún estaban pensando en las cosas terrenales. El día anterior habían comido de los cinco panes y los dos peces, así que pensaban que Jesús se referían a algún tipo de pan material.
Hoy en día muchas personas cometen este mismo error. Escuchan las palabras de Dios en la Biblia, pero tienen sus corazones tan endurecidos por las preocupaciones de este mundo que no son capaces de aceptar la verdad del evangelio.
Jesús deseaba que ellos entendieran su mensaje, Pero sabía también que ellos no creían en Él.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Vive tu fe
Jesús estaba hablando aquí del reino de los cielos. Nuestro señor ha prometido satisfacer y llenar todas nuestras necesidades, pero para eso, debemos primero ir a Jesús y también creer en Él.
Solamente escuchar a Jesús, no cambiará nuestras vidas. Debemos rendirnos completamente ante Dios y dejar que el Espíritu Santo obre diariamente en nuestros corazones. Este es el único camino de Salvación. Acercarnos a Jesús, creer en Él y vivir por fe en Dios.
Si hacemos esto, tenemos una promesa que podemos reclamar de nuestro Dios. Él cuidara todos los días nuestras vidas y nunca nos faltara su bendición.
Hoy quiero invitarte a que aceptes esta verdad en tu vida. Jesús es el pan de vida, solamente por medio de Él podemos encontrar la salvación y la vida eterna. Que hermoso saber que lo único que debemos hacer para recibir el Don de Dios es acercarnos a Jesús con fe.