Mateo 8:28-34
28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
29 Y clamaron diciendo:
—¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.
31 Y los demonios le rogaron diciendo:
—Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
32 Él les dijo:
—Id.
Ellos salieron y se fueron a aquel hato de cerdos, y entonces todo el hato de cerdos se lanzó al mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
33 Los que los apacentaban huyeron y, llegando a la ciudad, contaron todas las cosas y lo que había pasado con los endemoniados.
34 Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le rogaron que se fuera de su territorio.
De Endemoniado a Predicador
Después de calmar la tempestad, Jesús y sus discípulos se dirigieron a la región de Gadara, esta era una región que Jesús no había visitado aun y le era necesario ir para empezar su predicación en esta zona de Israel. Al bajar de la barca dos endemoniados se acercaron gritando
Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.
Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Uno de los endemoniados, al ver a Jesús lo reconoció y supo en su mente quien era Él. Era un hombre de la ciudad de Decapolis que por mucho tiempo había estado esclavizado por los demonios. Vivía día y noche desnudo en el cementerio de la ciudad.
Para Meditar
El poder de Jesús en la vida del ser humano no tiene límites. Si pudo llevar a este hombre, de endemoniado a predicador. ¿Te imaginas lo que puede hacer en tu vida?
Viviendo en cadenas
Su cuerpo estaba cubierto de muchas cicatrices que se había hecho durante los años. Además, tenía algunas cadenas que los habitantes de la ciudad le habían puesto para dominarlo, pero tenía tantos demonios dentro de su cuerpo, que su fuerza era sobre natural y podía romper cualquier cadena que le pusiesen.
La fama de Jesús se había extendido por toda la región, y a pesar de ser la primera vez que Jesús pisaba estas tierras, este hombre había escuchado de Jesús.
Cuando lo vio lo reconoció y supo en su corazón que Él era el mesías, el único que podía darle la libertad que tanto estaba anhelando.
Por años había estado viviendo esclavo de Satanás y entre más pasaba el tiempo, más perdía el control sobre su propio cuerpo. En un inicio solo era un demonio, pero en ese momento había una legión entera dentro de él. Así que con seguridad sabemos que había al menos 4 mil demonios en su cuerpo.
A los pies de Jesús
Cuando llego a los pies de Jesús, se arrodilló y abrió su boca para pedirle que lo ayudara, pero quienes hablaron fueron los demonios.
Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
La condición en la que se encontraba este hombre era muy difícil, había perdido control total sobre su vida y era un esclavo de satanás. Pero Jesús conocía su corazón, Él sabía que quien se había acercado era aquel hombre desesperado que con todas sus fuerzas lucho dentro de sí para acercarse a Jesús.
Creo que después de estudiar este episodio de la vida de Jesús, ningún ser humano puede decir que se encuentra en una situación peor que este hombre.
A Jesús, no le importo la condición en la que estaba, tampoco cuestionó los motivos por los que había caído en esa condición. A nuestro señor solo le importaba traer salvación a todo aquel que lo buscase.
El poder de Jesús
Así que si en algún momento de tu vida, has pensado que te has alejado mucho de Dios, o quizás has caído tantas veces en el mismo pecado, que ya eres un esclavo. Tienes que tener presente, que a Jesús solo le importa que te acerques a Él. (Ver episodio #30 Yo os haré descansar)
No es necesario estar limpios y arreglados para buscar a Jesús. Nuestro Señor es el único que tiene el poder de arreglar nuestras vidas y romper todas las cadenas que nos aten a este mundo.
Cuando los habitantes de la ciudad escucharon todo que había ocurrido, como Jesús había liberado a los endemoniados y como se habían ahogado los miles de cerdos. Le rogaron que se alejara de ellos, tenían miedo porque no comprendían el poder de Dios.
Escucharon diferentes versiones de como los demonios habían destruido a los cerdos y solo de pensar en una legión de demonios huyendo y cayendo al precipicio los llenaba de profundo temor
De endemoniado a predicador
Jesús cambió por completo la vida de este hombre.
Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo:
Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
Que hermoso es el poder de Dios, en un solo día, en un instante la vida de este hombre cambio por completo, paso de endemoniado a predicador del evangelio eterno.
Hoy quiero invitarte a meditar en el poder transformador de Jesús. Es un poder sin límites lleno de amor y misericordia, el único poder que puede cambiar nuestras vidas y darnos un nuevo vivir.
Así que búscalo con fe sin importar tu condición, no olvides que sin importar lo que estés afrontando en tu vida, Jesús es el único que nos puede salvar.