Falsos profetas y adivinación

Falsos Profetas

El espiritismo y los falsos profetas

¿Qué ocurrirá en el futuro? En los últimos años, la fascinación por conocer el futuro y todo lo relacionado con lo sobrenatural ha crecido exponencialmente; y es muy común encontrarse con personas que afirman tener un conocimiento mayor sobre lo que ocurre en nuestras vidas. Así que no esta de más preguntarnos, ¿Son estas personas falsos profetas, o verdaderamente conocen el futuro?

Afortunadamente, para nosotros, la Biblia esta llena de profecías reales que demuestran la existencia de Dios y su poder, pero más aún, Dios nos advierte con urgencia acerca de seguir a los falsos profetas.

En esta lección daremos respuesta a todos estos interrogantes basándonos únicamente en lo que enseña la Biblia.

Sí, habrá verdaderos y falsos profetas en los últimos tiempos. Las Escrituras también enseñan que los profetas pueden ser hombres o mujeres; jóvenes o viejos.

¿Qué clase de falsos profetas están específicamente condenados en la Biblia?

  • Aquellos que practican adivinación. Deuteronomio 18:10
  • Agoreros (Astrólogos). Deuteronomio 18:10
  • Sortílegos (Magos). Deuteronomio 18:10
  • Los que practican hechicería y brujería. Deuteronomio 18:10
  • Los que realizan encantamientos. Deuteronomio 18:11 
  • Adivinos y médiums espiritistas. Deuteronomio 18:11
  • Los que practican cualquier tipo de magia. Deuteronomio 18:11
  • Todos aquellos que consulten a los muertos. Deuteronomio 18:11

Dios nos advierte en Deuteronomio 18:9-12 que todos los que hacen estas cosas son “abominación” al Señor. Por esta razón, los cristianos no debemos tener nada que ver con ninguna de estas cosas.

Tal como aprendimos en la lección: La iglesia verdadera; la iglesia remanente de Dios de los últimos días tiene el “testimonio de Jesús”, el cual es “el espíritu de profecía”.

Al comparar Apocalipsis 19:10 y Apocalipsis 22:19, vemos que el ángel define a los “hermanos” de Juan que tienen el espíritu de profecía como “los profetas” y “los que guardan las palabras de este libro”. En 1 Corintios 1:5-8, Pablo escribe que la iglesia tendrá el “testimonio acerca de Cristo” y “nada os falta” hasta la segunda venida de Jesús. Así que la iglesia de los últimos días, de hecho tendrá el don de profecía.

El Señor habla a sus profetas por visiones, en sueños, cara a cara, y a través de ángeles. Las bolas de cristal, la lectura de la palma de las manos, el descifrar las hojas de té, la contemplación de estrellas, y la pretensión de poder hablar con los muertos, no son los métodos que Dios utiliza para comunicarse con un profeta.

Por supuesto que no, los milagros no son una prueba de que un profeta es verdadero. Solamente prueban la existencia del poder sobrenatural. Pero este poder sobrenatural puede venir de Dios o de Satanás. Es por eso que el Señor nos dice:

Amados, no creáis a todo espíritu, si no probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

La “ley y el testimonio” era una expresión del Antiguo Testamento para referirse a la Biblia. En otras palabras, el mensaje de alguien que reclama tener una revelación de Dios debe ser comparado con la Biblia. Debemos probar un profeta por la Biblia, y no la Biblia por el profeta. Cualquier verdadero profeta de Dios siempre estará 100 por ciento de acuerdo con las Escrituras. Esta es la verdadera prueba.

Si un profeta cree y predica cosas contrarias a la palabra de Dios, entonces no es un verdadero profeta, aun si realiza milagros y hace descender fuego del cielo.

Un profeta de Dios debe reconocer y enseñar la verdad acerca de Jesucristo, que fue Dios en forma humana. Los verdaderos profetas deben también exaltar a Jesús, no exaltarse a sí mismos. La mayoría de los falsos profetas buscan distraer la atención de la Palabra de Dios para dirigirla a sus propias ideas.

Esto no quiere decir que el profeta será perfecto. Los profetas de Dios siempre han tenido faltas. Sin embargo, debe haber una consistencia entre lo que los verdaderos profetas enseñan y la vida que viven.

Este principio no aplica solamente a los falsos profetas, sino también a todos los cristianos; si verdaderamente somos hijos de Dios, nuestros frutos deber ser aquellos que produce el Espíritu Santo y no los frutos de la carne.

Un profeta que vive en fornicación no es un verdadero profeta, o un profeta homosexual, borracho o violador de niños. Ninguno que tenga en su vida frutos de la carne puede declarar que pertenece a Dios

Un verdadero profeta no hará predicciones falsas. Si un profeta es de Dios, las cosas que él o ella dicen deben ocurrir. Sin embargo, la precisión en sus profecías no es algo que automáticamente califica a una persona como verdadero profeta.

En Deuteronomio 13:1-3 Dios nos advierte que los falsos profetas pueden señalar cosas que han de ocurrir y entonces utilizar su influencia para conducir al pueblo a otros dioses. Un verdadero profeta debe conducir al pueblo a adorar de acuerdo a la Biblia.

Cuando se levante en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncie una señal o un prodigio, si se cumple la señal o el prodigio que él te anunció, y te dice: “Vayamos tras dioses ajenos que tú no conoces y sirvámoslos”, no escucharás las palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños, porque Jehová, vuestro Dios, os está probando para saber si amáis a Jehová, vuestro Dios, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.

Pablo dice que no debemos despreciar o rechazar el don de profecía. Si no más bien, debemos comprobar el mensaje de un profeta utilizando las Escrituras y aceptar solamente lo que es bueno y verdadero.

Cuando rechazamos las palabras de un verdadero profeta, rechazamos el consejo de Dios. ¡Un solemne pensamiento! La Biblia nos dice que tenemos que escuchar a los profetas de Dios, y promete que todos los que siguen el consejo de un verdadero profeta prosperarán.

Creed en Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis prosperados.

Vive tu fe

A pesar de que vivimos en un mundo lleno de tanta incredulidad en cuanto a la existencia de Dios, es paradójico ver con que facilidad creen las personas en todo lo que se les dice.

Si apareciera alguien en la televisión afirmando tener descifrado el código secreto para entender el futuro, millones de personas lo creerían, solo porque lo ha dicho un famoso o alguien de “confianza”. Aquí es donde la verdadera profecía cobra toda su importancia, ya que la prueba más grande de la existencia de Dios y de la veracidad de la Biblia está en todas las profecías que se han cumplido al pie de la letra desde los tiempos del profeta Daniel.

Por lo tanto, ¿Qué te impide ejercer tu fe y creer en la palabra de Dios?. Si Dios conoce el futuro del mundo y tiene el poder para salvarnos, seguirle será siempre la decisión más sabia de todas.

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