El remanente y el pueblo de Dios
Hoy en día existen miles de iglesias y denominaciones cristianas al rededor del mundo, cada una con una “verdad” diferente y con una interpretación distinta de las escrituras. Muchas de estas organizaciones afirman ser la iglesia de Dios.
La Biblia es muy clara al mencionar que en los últimos días, solo existirán, para Dios, dos grupos: Su iglesia que tiene el sello de Dios, y los que tienen la marca de la bestia y siguen a Babilonia. Dios es tan específico en Su Palabra que nos deja diferentes pistas para identificar a la iglesia verdadera.
En esta lección estudiaremos todo lo que la Biblia enseña sobre este tema, y como siempre, te invitamos a que ores antes de estudiar la Biblia.
La mujer pura es la iglesia verdadera
En la profecía bíblica, la iglesia de Dios está simbolizada por una mujer pura (Jeremías 6:2). En Apocalipsis 12, esta mujer está vestida con el sol, la luna y las estrellas, las luces naturales de la creación de Dios. Jesús dijo a la iglesia, “Vosotros sois la luz del mundo” (Mateo 5:14).
El sol representa la luz de Jesús (Salmos 84:11) (Malaquías 4:2). La luna debajo de sus pies, representa los tipos y sombras del sistema de sacrificios del Antiguo Testamento. Así como la luna refleja la luz del sol, de igual manera el sistema de sacrificios era de ayuda porque reflejaba la luz del Mesías venidero (Colosenses 2:16-17) (Hebreos 10:1).
Las 12 estrellas sobre su cabeza simbolizan el liderazgo de la iglesia, las 12 tribus en el Antiguo Testamento y los 12 apóstoles en el Nuevo Testamento. El que rige a todas las naciones con una vara de hierro es Jesús (Salmos 2:7-9) (Apocalipsis 19:13-16).
El dragón es Satanás, quien para el tiempo del nacimiento de Jesús, estaba obrando a través del imperio romano pagano. Satanás influyó sobre Herodes, un gobernador romano, para que tratara de matar al niño Jesús al asesinar a todos los niños de Belén. (Ver lección: El príncipe del mal)
Herodes entonces, cuando se vio burlado por los sabios, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo indicado por los sabios.
Después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo, al trono de Dios (Hechos 1:9-11). Allí estaría fuera del alcance de Satanás.
9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y lo recibió una nube que lo ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales les dijeron: Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo.
Cuando Satanás ya no pudo dar rienda suelta a su odio por Jesús, decidió herirlo descargando su ira en contra de la iglesia.
La mujer (la iglesia de Dios) huyó al desierto (los lugares remotos de la tierra) para esconderse de sus enemigos. Es un hecho histórico bien conocido que durante la Edad Oscura, el pueblo de Dios huyó a las cavernas y a los lugares solitarios de la tierra, incluyendo los territorios de América, en busca de libertad religiosa y protección de la persecución papal.
Los 1,260 días, también descritos en la Biblia como los 42 meses o tres años y medio, se refieren a un terrible período de persecución durante el cual millones de fieles cristianos murieron por su fe (Ver lección: El Anticristo).
Durante este período, la iglesia de Dios estuvo viva, pero no era identificable como una organización visible.
La iglesia remanente de Dios, a la cual Él llama a todo su pueblo, guardará los Diez mandamientos de Dios, incluyendo el sábado. Tendrá, también, el testimonio de Jesús, que es el espíritu, o don de profecía (Apocalipsis 19:10).
Dios llama a su iglesia de los últimos tiempos “el remanente”, porque es idéntica en características y doctrinas a la iglesia apostólica. Un “remanente” es “lo que queda”, se asemeja a la última porción de un rollo de tela. Es un retazo, exactamente como el primer pedazo del mismo paño.
Es por este motivo que el evangelio predicado por esta iglesia de los últimos días es el evangelio eterno, porque son las mismas enseñanzas y doctrinas que vivían y predicaban Jesús y sus discípulos.
Salomón pudo identificar la verdadera madre, por su genuina demostración de amor (1 Reyes 3:16-28). De la misma manera, la verdadera iglesia de Dios será reconocida por su amor, su sacrificio, y por su disposición a obedecer los mandamientos de Dios.
Cuando amamos a alguien estamos siempre dispuestos a agradar a esa persona haciendo lo que a esa persona le gusta, de la misma manera, cuando amamos a Dios, guardamos sus mandamientos por amor, para agradar a nuestro Creador y Redentor.
Estas tres declaraciones angélicas representan tres mensajes urgentes que la iglesia de Dios debe predicar antes de la segunda venida de Jesús.
Esta predicación es conocida como el mensaje de los tres ángeles, y es el último llamado al arrepentimiento al mundo antes del cierre de la puerta de la gracia.
La iglesia de Dios de los últimos días predicará este triple mensaje a toda nación de la tierra. Esta predicación será el cumplimiento final del llamado de Jesús a predicar su evangelio a toda creatura.
- Surgirá y hará su obra visible después de salir del desierto en 1798 (Apocalipsis 12:6, 13-17).
- Enseñará las mismas verdades que los apóstoles enseñaron, y todas sus enseñanzas estarán de acuerdo con la Biblia (Apocalipsis 12:17).
- Guardará los Diez Mandamientos, incluyendo el sábado bíblico (Apocalipsis 12:17).
- Tendrá el espíritu de profecía (Apocalipsis 12:17; 19:10).
- Proclamará a gran voz el triple mensaje de Dios para el tiempo final (Apocalipsis 14:6-14).
- Será un movimiento mundial (Apocalipsis 14:6).
- Enseñará el evangelio eterno, el cual es salvación a través de Jesucristo solamente (Apocalipsis 14:6).
Muchos cristianos amorosos son miembros de iglesias que no reúnen las siete especificaciones mencionadas más arriba. Sin embargo, tales iglesias no pueden ser el remanente hacia donde Dios está llamando a sus hijos sinceros. Su iglesia final debe poseer todas las siete características.
Solamente una iglesia en todo el mundo cumple con todas estas especificaciones, la Iglesia Adventista del Séptimo Día. En la actualidad, esta es la única iglesia protestante que está predicando el gran mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12 a todo el mundo. Y millones están respondiendo.
El pan es un símbolo de la Palabra de Dios (Juan 6:35, 51, 52, 63), y las ropas son un símbolo de justicia (Apocalipsis 19:8). Estas siete mujeres en esta profecía tienen su propio pan (concepto de la verdad) y quieren mantener su propia ropa (justicia). Ellas no quieren el manto sin mancha de la justicia de Cristo.
Todo lo que desean es llevar el nombre de Jesús, probablemente porque la Biblia dice, “Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
Jesús es muy claro al recordarnos que muchos vendrían en su nombre, y además, que muchos llamados cristianos; que lo llaman Señor y aún hacen muchos milagros no entrarían en el reino de los cielos porque no hacen la voluntad de Dios (Mateo 7:21-23)
Sí, hacerse miembro de la iglesia de Dios de los últimos días es una necesidad. Notemos cuán claramente responde Dios a esta pregunta:
1- Todos somos llamados a un solo cuerpo (Colosenses 3:15).
2- El cuerpo es la iglesia (Colosenses 1:18).
3- Entramos a ese cuerpo a través del bautismo (1 Corintios 12:13).
Es tan importante hoy entrar a la iglesia de Dios, como lo era entrar al arca en los días de Noé. El Señor dice, “Entra tú y toda tu casa en el arca” (Génesis 7:1). (Ver lección: El Bautismo)
Como en los días de Noé
Jesús dice que aquel tiempo, precisamente antes de su segunda venida, sería como los días de Noé (Lucas 17:26). Habrá solamente una vía de escape, así como había solamente un arca en los días de Noé.
Jesús llamará a todos sus fieles y honestos seguidores a salir de Babilonia. Ellos oirán su voz, responderán, y entrarán en su verdadera y única iglesia.
Vive tu fe
Jesús ya ganó la batalla contra Satanás, y no importa lo que haga el enemigo, nuestra salvación esta asegurada si seguimos los pasos de Jesús. ¿Por qué seguir en el error, si podemos adorar a Dios como él desea que lo hagamos?.
Por eso nuestra invitación es a que busques a Dios de corazón, le sigas, y te unas a su pueblo.